Querido hijo, me siento rara escribiendo esta carta. Pero necesito exteriorizar lo que siento. Así es tu madre.
Primero que nada quiero decir que te amo, y me siento en la obligación de explicarte algunas cosas, que siento que a tu edad de 3 años no entiendes pero que cuando seas un poco más grande lo podrás entender.
Te amo tanto que te digo muy seguido ¡NO!
Verás hijo, decirte que no es muy difícil para mí, vos peleas mucho con mis decisiones que para mí sería mucho más fácil ceder a tus caprichos, pero como te decía, te amo lo suficiente como para sacrificar mi comodidad y luchar contigo para que entiendas que todo lo hago por tu bien.
Normalmente tenes la costumbre de cuando estoy más atareada en la cocina, a punto de terminar la comida vas a presionarme, pidiéndome comer cosas dulces jurándome que igual vas a comer la comida después, cuando los dos sabemos que eso es una gran mentira.
Acá entre nosotros, la verdad no me gusta mucho cocinar, pero te amo tanto que te digo NO.
No te dejo comer dulces, y te insisto para que termines de comer tu comida. No solo eso, sino que soy tan mala, como ya soles decirme, que busco recetas para poder cocinar lo más saludable y rico posible.
Cuando rechazas una comida mía, investigó por horas por las noches para probar nuevas cosas.
Últimamente me pedis mucho salir a la calle, no me va a pasar nada me decís ignorando por completo los peligros que hay afuera. Adivina mi respuesta, así es, te digo que no. Te amo demasiado como para arriesgarte a ese tipo de peligro.
Mala Mamá, y eso es un puñal para mí, pero te amo tanto que yo me hago fuerte y creo que la mejor forma de demostrártelo es decirte NO cuando así se requiere.
Sabes, creo que funciona. Aprendes a decir gracias, a valorar las cosas, a agradecer el tiempo que estamos juntos. Y cada vez que me gritas MALA solo tengo que esperar unos minutos para que me vengas a decir con esa hermosa carita “perdón Mamá”
Soy una orgullosa Mamá mala, porque sé que ser Mamá a veces es ser la mala de la película solo para que vos crezcas sano y fuerte, pero por sobre todo Buena Persona.