Estimular los sentidos del bebé es sumamente importante, ya que se ha demostrado que mejora su rendimiento cognitivo e incrementa su estado de atención y alerta, gracias a que se estimulan las neuronas y a las conexiones entre ellas, lo que además se traduce en el bien desarrollo motor y sicoemocional del pequeño, pues necesariamente se requiere de contacto físico para estimular al recién nacido.
La mayoría de nuestros sentidos (vista, audición, olfato, gusto y tacto), se van agudizando y desarrollando de a poco, pero este no es el caso del tacto; ya que el bebé tiene plenamente desarrollado este sentido desde su concepción, es por eso que lo que percibe a través de la piel es sumamente importante, ya que recibe estas sensaciones con mucha intensidad. Es gracias a este sentido que el pequeño va descubriendo y adaptándose al mundo a medida que lo conoce, por lo que la estimulación tactil debe ser una prioridad.
La estimulación temprana no requiere de muchas horas, ni tampoco de demasiado esfuerzo; masajear y acariciar al bebé es una de las mejores alternativas, pues además de ser una experiencia agradable tanto para el pequeño como para la madre, también van fortaleciendo sus lazos afectivos. Sin embargo hay algo más que no podemos pasar por alto, la sensibilidad de la piel del recién nacido. Son los padres quienes deben mantener la piel del bebé hidratada y los momentos en que se aplican aceites al pequeño son ideales para dedicar unos minutos a la estimulación sensorial.
El uso adecuado del aceite es fundamental para cuidar la piel del bebé y te recomendamos optar por el aceite para bebé Johnson’s Baby con aloe, que lubrica la piel de tu bebé, suavizando la piel reseca y áspera. Su fórmula enriquecida con aloe y vitamina E, es un emoliente y humectante excelente para proteger la piel delicada. Aplicado sobre la piel húmeda, hidrata 10 veces más que una loción humectante aplicada sobre la piel seca.
Este aceite se coloca sobre la piel de tu bebé realizando un masaje con movimientos circulares suaves en la región del tórax y de la panza. Consiste en un ritual de masajes y caricias que estimula sus sentidos, mientras este producto dermatológicamente testeado protege la piel de tu hijo.
La eficacia terapéutica de la estimulación tactil, a través del contacto con los padres, está científicamente comprobada. Incluso se demostró que la estimulación temprana mediente el contacto directo de la madre, es un factor determinante para la evolución de los bebés prematuros así que no te ahorres caricias ni mimos, disfruta de tu bebé y gocen de su tiempo juntos.