Estamos en esa época del año en que es casi imposible evitar un resfriado, ya sea por las bajas temperaturas que se prolongan por días o por el contagio directo, ya que la mayoría de las personas de nuestro alrededor están con cuadros respiratorios. Si bien como padres nuestro deseo es que nuestros hijos se recuperen lo antes posible y muchas veces vamos al médico esperando que nos recete un antibiótico, no siempre es la mejor alternativa y los profesionales de la salud lo saben, por lo que no hay porqué enojarse si receta otro tipo de medicamentos.
Los antibióticos son muy eficientes para combatir enfermedades provocadas por bacterias, pero tienen efectos secundarios. Su abuso puede traer serias consecuencias como el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos; este es un problema tan preocupante que la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) ya emitió una alerta al respecto.
“Su administración injustificada o inadecuada, sobre todo en menores de 5 años, además de provocar efectos como dolor de estómago y vómito, puede desarrollar resistencia a los antibióticos, es decir, producir bacterias que requieran dosis mayores u otros fármacos para ser eliminadas”, sostuvo al respecto la pediatra Viviana Sotomayor, en contacto con Bebé a Bordo.
Los antibióticos deben ser utilizados con seguridad. No use restos de medicamentos que hay en casa, ni replique las recetas médicas hechas para otros niños o miembros de la familia.
Los antibióticos sirven para combatir infecciones bacterianas, no enfermedades provocadas por virus como es el caso del resfriado que, además, debe seguir su curso y no hay manera de hacer que se acabe antes; solo es posible aminorar los síntomas para que sean menos molestos.
Los antibióticos no pueden combatir el virus y, muy por el contrario de ayudar al organismo, debilitan las defensas pues pueden matar bacterias que son benéficas y necesarias para nuestro cuerpo, ya que no distinguen entre las bacterias que son nocivas y las que no. Es por ello que otras de las consecuencias del abuso de antibióticos es la diarrea, ya que existen bacterias beneficiosas que ayudan a digerir los alimentos y que son “combatidas” por este tipo de medicamentos.
Para prevenir las enfermedades, la clave está en levantar las defensas, según las propias palabras de la Dra. Sotomayor.
“En líneas generales hay algunas pautas que mejoran las defensas y hay otras que evitan los contagios. Realmente no hace falta llenarse de remedios más o menos efectivos y más o menos naturales que se ofrecen: complementos, jaleas, pastillitas placebo. Lo que mejor ayudará a nuestros hijos es que su sistema inmune esté en forma y que, dentro de las posibilidades, evitemos las circunstancias que favorecen la enfermedad”, explicó.
Para levantar las defensas se recomienda:
– Higiene diaria: Lavarse las manos antes y después de cada comida, y luego de ir al baño. También taparse con el hueco del codo para toser y estornudar, además de usar tapabocas ante la aparición de síntomas de cuadros respiratorios.
– Evitar enfriamientos: A modo de evitar que las defensas bajen innecesariamente, se recomienda abrigarse en las bajas temperaturas, usar la calefacción de forma moderada y evitar los cambios bruscos de temperatura.
– Lactancia materna todo el tiempo que se pueda.
– Nutrición sana y equilibrada para ayudar a nuestro organismo a resistir contagios.
– Descansar adecuadamente, jugar y disfrutar de la niñez.